Características de los eventos adversos en niños atendidos en servicios hospitalarios de urgencias pediátricas

Un estudio canadiense multicéntrico prospectivo para determinar la incidencia de los eventos adversos, describir sus causas y conocer su impacto

[How safe are paediatric emergency departments? A national prospective cohort study]

Plint AC, Newton AS, Stang A for Pediatric Emergency Research Canada (PERC), et al. How safe are paediatric emergency departments? A national prospective cohort study. BMJ Quality & Safety 2022;31:806-817.
Disponible en: 
https://qualitysafety.bmj.com/content/31/11/806

RESUMEN

Antecedentes: A pesar del elevado número de niños tratados en los servicios de urgencias hospitalarios, los riesgos para la seguridad del paciente en este entorno no están bien cuantificados. Nuestro objetivo fue estimar el riesgo y el tipo de eventos adversos, así como su evitabilidad y gravedad, en niños atendidos en un servicio hospitalario de urgencias pediátricas.

Métodos: Nuestro estudio prospectivo de cohortes multicéntrico incluyó a niños que acudieron para recibir atención sanitaria al hospital durante uno de los 168 turnos de estudio de 8 horas en un total de nueve servicios de urgencias pediátricas. El resultado primario fue un evento adverso dentro de los 21 días posteriores a la inclusión que estaba relacionado con la atención prestada en la primera visita. Identificamos resultados de alerta (como visitas al hospital, empeoramiento de los síntomas) a través de entrevistas telefónicas estructuradas con pacientes y familias durante los 21 días posteriores a la inclusión en el estudio. Examinamos los registros de salud de los pacientes admitidos con una herramienta de detección de triggers validada. Para los pacientes con resultados de alerta o triggers detectados, tres revisores determinaron de forma independiente si ocurrió o no un evento adverso.

Resultados: Se incluyen a 6376 niños; de los cuales 6015 (94%) tenían datos de seguimiento. Los niños incluidos en el estudio tenían una mediana de edad de 4,3 años (Rango 1,6–9,8 años). Ciento setenta y nueve niños (3,0 %, IC del 95 %: 2,6 % a 3,5 %) tuvieron al menos un evento adverso. Hubo 187 eventos adversos en total; 143 (76,5 %, IC del 95 %: 68,9 % a 82,7 %) se consideraron prevenibles. Los problemas de manejo (n=98, 52,4 %) y de diagnóstico (n=36, 19,3 %) fueron los tipos de eventos adversos más comunes. Setenta y nueve (42,2%) eventos resultaron en una segunda visita al servicio de urgencias; 24 (12,8%) resultaron en ingreso hospitalario; y 3 (1,6%) resultaron en traslado a una unidad de cuidados críticos.

Conclusión: En este estudio a gran escala, 1 de cada 33 niños tratados en un servicio de urgencias pediátricas experimentó un evento adverso relacionado con la atención que recibió allí. La mayoría de los eventos se pudieron prevenir; la mayoría estaban relacionados con cuestiones de manejo clínico y diagnóstico. Poblaciones específicas de pacientes tenían un mayor riesgo de eventos adversos. Identificamos oportunidades de mejora en la atención.

Comentarios sobre el artículo.

La seguridad clínica no se puede disociar de la calidad asistencial. Los eventos adversos son, por esta razón, una preocupación común a todos los profesionales sanitarios y a las administraciones públicas y privadas que gestionan los sistemas de salud. Para poder minimizar los riesgos hay que conocerlos y, para ello, en todo el mundo se vienen realizando desde hace años estudios en este sentido. En el caso de España son varios los estudios llevados a cabo para determinar la incidencia de los efectos adversos, describir sus causas y conocer su impacto: https://fidisp.org/eventos-adversos-estudios/

En la Comunidad de Madrid el estudio más reciente es el ESHMAD, Estudio sobre la Seguridad de los Pacientes en Hospitales de la Comunidad de Madrid, que abordó en 2019 la prevalencia y características de los incidentes y eventos adversos relacionados con la asistencia sanitaria en 34 hospitales del Servicio Madrileño de Salud: https://gestiona3.madrid.org/bvirtual/BVCM050761.pdf

Una de las fortalezas del estudio al que hace referencia este artículo es su gran muestra representativa de niños que visitan los servicios de urgencias pediátricos en todo Canadá. Nueve de los 12 servicios hospitalarios de urgencias pediátricos de Canadá participaron en este estudio con representación geográfica de costa a costa. Destaca también su estrategia de reclutamiento, el seguimiento de los resultados y el uso de un proceso prospectivo establecido en dos pasos para detectar eventos adversos (que implicaba un seguimiento directo con los pacientes y sus familias, en lugar de solo una revisión de las historias clínicas).

Asimismo, este trabajo explora un área no demasiado analizada como es la de las urgencias hospitalarias pediátricas, con sus particularidades y diferencias respecto a las urgencias de adultos. Los eventos adversos detectados más comunes estaban relacionados con problemas de manejo, problemas de diagnóstico y efectos adversos de la medicación. La mayoría resultaron solo en la prolongación de síntomas. Casi la mitad requirió manejo médico adicional o una segunda visita al servicio de urgencias. Cinco eventos adversos se asociaron con discapacidad no permanente. Algunos ejemplos de eventos adversos incluyen retraso en el diagnóstico y tratamiento de la osteomielitis; falta de reevaluaciones documentadas para pacientes con dificultad respiratoria que reingresaron y requirieron atención intensificada; neumonías no diagnosticadas o fracturas en rayos X que requirieron tratamiento adicional; y efectos adversos de los medicamentos. Es especialmente interesante la caracterización que este estudio hace de los eventos adversos detectados así como la identificación de grupos de pacientes específicos en riesgo de sufrir estos eventos adversos, lo que facilita el desarrollo de nuevas estrategias para mejorar la seguridad de la atención en este ámbito.